Como en el fútbol real, los jugadores, en función de su posición, pueden desarrollar diferentes estilos de juego, marcas distintivas que brillan en los momentos más cruciales de un partido. Desde cazagoles a registas, la historia del fútbol está llena de figuras legendarias que han ayudado a dar forma a este bello deporte.

En Top Eleven, los estilos de juego ofrecen una nueva dimensión estratégica a los Mánagers que afecta a las decisiones que tomarán en relación con el equipo. Algunos miembros de la plantilla tendrán potencial para desbloquear un estilo de juego específico en función de su rol y su nivel y ser determinantes en determinadas formaciones y situaciones tácticas. Los estilos de juego son una pieza nueva del rompecabezas táctico.

Los jugadores no podrán olvidar su estilo de juego ni aprender otro diferente y no todos los jugadores tienen potencial para desarrollar uno.

Los estilos de juego se dividen en 3 categorías principales: ataque, mediocentro y defensa. Cada una de estas categorías consta de varios estilos de juego; por ejemplo, en ataque están los cazagoles y los falsos nueves, mientras que en defensa tenemos a los laterales y a los porteros adelantados.

El efecto se intensifica a medida que aumenta el nivel del estilo de juego. Para aumentarlo, se necesitan puntos de estilo de juego, que se pueden obtener entrenando, disputando partidos o como recompensa especial. Cada estilo de juego tiene un total de 4 niveles: estándar, intermedio, avanzado y maestro. Se necesitan puntos de estilo de juego para desbloquear un estilo individual y aumentar su nivel en relación con cada jugador que tenga potencial para desarrollarlo.

En los niveles más altos se necesitan potenciadores de estilo de juego para seguir avanzando. A diferencia de los puntos, estos son universales; es decir, sirven para aumentar el nivel de un estilo de juego de cualquier categoría. Estos potenciadores se pueden obtener como recompensa especial cada temporada.